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Tema 3 – Circulación, revista y transferencia de armas

Este tema aborda los procedimientos legales que regulan cómo deben circular las armas de fuego, los controles oficiales periódicos que deben pasar, y las normas para su transferencia o cambio de propietario.


Circulación de las armas

La circulación de armas se refiere al movimiento legal de estas, desde que se adquieren hasta que se entregan o transportan. En España, las armas deben trasladarse siempre con todas las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes o usos indebidos.

Para transportar un arma, esta debe estar descargada y dentro de un estuche o funda que impida su uso inmediato. Durante el transporte, el arma no puede estar cargada ni lista para disparar. Además, el titular debe llevar la documentación que acredite la legalidad de la tenencia, como la licencia correspondiente y, si procede, el permiso de circulación para armas.

El Reglamento establece que en ciertos casos el traslado debe comunicarse o solicitar autorización, especialmente cuando se trata de armas largas o movimientos fuera del lugar habitual de residencia.


Revista de armas

La revista es una inspección oficial que realiza la Guardia Civil para comprobar que las armas se encuentran en buen estado, que están en posesión de personas autorizadas y que cumplen con los requisitos legales.

Las armas deben pasar la revista periódicamente, según lo establecido en la legislación, para renovar o mantener la validez de la licencia. En estas inspecciones se verifica la correspondencia entre el arma y la documentación, el estado físico y técnico, y que no existan modificaciones no autorizadas.

No pasar la revista puede implicar la suspensión o retirada de la licencia y la intervención del arma.


Transferencia de armas

La transferencia de armas se refiere a la cesión, venta o cambio de titularidad de un arma. Cualquier transferencia debe realizarse cumpliendo los procedimientos legales, lo que implica informar a la autoridad competente y obtener las autorizaciones necesarias.

El nuevo titular debe tener la licencia correspondiente para poseer ese tipo de arma y la operación debe registrarse formalmente para que la titularidad quede clara.

Transferir un arma sin cumplir estos pasos es ilegal y puede suponer sanciones graves, incluyendo la retirada de la licencia, multas económicas y penas penales.