Este tema trata sobre las consecuencias legales que puede acarrear el uso indebido o irregular de armas. El Reglamento de Armas establece un régimen sancionador que clasifica las infracciones en muy graves, graves y leves, con sanciones que pueden incluir multas, retirada de armas, suspensión de licencias o incluso responsabilidad penal.
Infracciones muy graves, graves y leves
Las infracciones relacionadas con la tenencia y uso de armas se dividen en tres niveles:
Infracciones muy graves
Son las que suponen un riesgo serio para la seguridad pública o evidencian un uso totalmente inadecuado del arma. Algunos ejemplos son:
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Portar armas sin tener licencia válida.
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Ceder o transferir un arma a otra persona sin autorización.
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Disparar en lugares públicos o no habilitados.
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Modificar un arma sin autorización (como alterar su calibre o sistema de disparo).
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Usar un arma bajo los efectos del alcohol o drogas.
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Ocultar un arma tras haber cometido un delito.
Estas infracciones pueden conllevar multas elevadas, retirada de la licencia, intervención de las armas e incluso procesos penales con penas de prisión.
Infracciones graves
Son conductas incorrectas que, sin llegar al nivel anterior, vulneran normas importantes. Por ejemplo:
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No comunicar el cambio de domicilio del titular del arma.
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No presentar el arma a la revista obligatoria.
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Transportar el arma sin funda o sin la documentación correspondiente.
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Guardar el arma de forma negligente.
Estas acciones pueden ser sancionadas con multas considerables y, en casos repetidos, con suspensión temporal de la licencia.
Infracciones leves
Suelen derivarse de olvidos o errores sin intención maliciosa, como:
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No llevar encima la licencia en una jornada de caza o en el club de tiro.
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Tener pequeñas deficiencias en la conservación del arma.
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Retrasarse en la renovación de la licencia.
Estas infracciones conllevan advertencias, sanciones menores o multas reducidas, aunque pueden tener mayor peso si se acumulan.
Retirada de las armas
Cuando se comete una infracción grave o muy grave, las autoridades pueden ordenar la retirada temporal o definitiva del arma y de la licencia. En algunos casos, las armas quedan depositadas en la Intervención de Armas de la Guardia Civil hasta que se resuelve el procedimiento sancionador.
Además, el Reglamento establece que se pueden intervenir las armas de forma preventiva si existen indicios de mal uso, riesgo para la seguridad o pérdida de condiciones psicofísicas por parte del titular.
También se puede retirar el arma si caduca la licencia y no se ha tramitado su renovación, si se pierde la aptitud psicofísica, o si el titular es condenado por ciertos delitos.